Cadáver apocalíptico para uno


Envuelta en la noche vendrá una maldición. Las almas se transformarán en cuerpos infaustos y dolorosos. La lengua del demonio se pluralizará sobre la tierra dormida y los sueños que resguarda. Los tallos volverán a sus semillas presintiendo el dolor y por miedo a respirar la muerte dejarán de respirar. El olvido se prohibirá entre los mortales, y los eternos serán condenados a recordar.

Todo esto sucederá esta noche como en todas las demás: una efímera efeméride que dura sólo un instante, como el aroma de un color o el recuerdo de un amor, pero que siempre estará, estallando entre sombras ajenas, en los gritos lejanos, en las letras sin forma y en las risas sin dios, como párpados del tiempo paralizados por un beso infinito en un instante de dolor.